El asunto de los refugiados bascula entre lo político, lo social y lo mediático. Político porque las Administraciones -municipal, autonómica, estatal y comunitaria- gestionan la crisis más a la greña entre ellas que con entendimiento. Social porque la hemorragia no se cierra y la asistencia a los asilados sigue siendo tan necesaria como urgente. Y mediático porque es una materia que preocupa, que compromete y que genera encendidas declaraciones. En medio del alboroto se producen noticias que hablan por sí solas, sin estridencias. Como que Barcelona sea pionera en la atención a los demandantes de protección internacional que tuvieron que abandonar su país por su orientación sexual.
PROGRAMA NAUSICA
A la vivienda que administra esta entidad, en la que se cuentan siete plazas por las que ya han pasado unas 40 personas, se suman ahora otros dos pisos con un total de ocho plazas. Los pone el Ayuntamiento de Barcelona de la mano del programa Nausica de apoyo a los refugiados, un plan que ya han vendido en Madrid y Europa pero que sigue sin poder desplegar del todo sus alas porque las competencias no son locales. Por ahora, porque ese es el deseo del gobierno de Ada Colau, que la semana pasada solicitó ante la Unión Europea, una vez más, que los municipios tengan acceso a los fondos comunitarios destinados a la atención a asilados.
Estas ocho plazas municipales forman parte del paquete de 34 que el consistorio acaba de poner a disposición de los refugiados que abandonan el programa estatal de asilados. Sumadas a las 47 ya existentes, la ciudad ya cuenta con 81 camas para demandantes de protección que han quedado fuera del paraguas del Gobierno tras agotar los plazos de protección previstos, de hasta dos años si se consiguen todas las prórrogas. Si todo va bien, Barcelona terminará el 2017 con 100 plazas. Para todo ello, de momento, se han destinado 1,13 millones de euros, por encima del millón que el Govern prevé para su propio programa de atención a asilados.
En estos pisos municipales, los usuarios tendrán todos los gastos pagados durante un plazo máximo de 12 meses, en los que se realizará una doble tarea de integración social y laboral para conseguir el objetivo último del plan: que se conviertan en ciudadanos autónomos. En cuanto al mercado de trabajo, Araneda no es muy optimista respecto a las opciones del colectivo gay. “Si a un transexual de aquí ya le resulta muy complicado encontrar un empleo, imagínate cómo lo tendrá uno que viene de fuera”. Extranjero y, como sucede en muchos casos, macerado en el trauma. Como el chico georgiano que tuvo que huir porque su propia familia quería matarlo tras conocer su homosexualidad de boca de una expareja despechada. A ese hombre, por cierto, el Estado español le denegó la condición de refugiado. Esa es otra de las cosas que las entidades aborrecen: el criterio bajo el cual se toma la decisión de quién cumple y quién no pasa el corte.
ESTADO CULPABLE
Barcelona se ha inspirado en Berlín en cuanto a la integración de los refugiados LGTBI. Explica Araneda que en Alemania existe un albergue con 200 plazas para este colectivo, y que en aquel país, algunos asilados agredieron a personas en su misma situación pero por razones de orientación sexual. Aquí, dice el presidente de Acathi, se han producido incidentes aislados. Nada grave.
El teniente de alcalde Jaume Asens ha sido el encargado este lunes de desgranar la hoja de ruta municipal, acompañado por el responsable de Inmigración, Ramon Sanahuja. El concejal ha incidido en el hilo argumental del consistorio: “Denunciamos la gestión opaca de los fondos europeos. El Estado recibirá hasta el 2020 unos 220 millones de euros para la acogida de refugiados y los destinará básicamente a la política de retorno y al control de fronteras”.
Sobre el discurso de Jordi Évole en el concierto del pasado sábado a favor de los asilados, Asens ha asegurado que es el Gobierno central quien debería “sentirse interpelado” por las palabras del periodista, que afeó, a su manera, la inacción de la Administración. “Es el Estado quien está fallando en esta crisis”. Sanahuja ha detallado que Nausica es un “recurso puente entre el programa estatal y la autonomía”.
A todo esto, el Servicio de Atención a Inmigrantes, Emigrantes y Refugiados (SAIER), dependiente del consistorio, ha incrementado este enero su actividad un 85% respecto al mismo mes del 2016. El crecimiento ha sido sostenido en estos últimos años. Según Sanahuja, entre otras cosas, “porque el mundo está peor que antes”.
El asunto de los refugiados bascula entre lo político, lo social y lo mediático. Político porque las Administraciones -municipal, autonómica, estatal y comunitaria- gestionan la crisis más a la greña entre ellas que con entendimiento. Social porque la hemorragia no se cierra y la asistencia a los asilados sigue siendo tan necesaria como urgente. Y mediático porque es una materia que preocupa, que compromete y que genera encendidas declaraciones. En medio del alboroto se producen noticias que hablan por sí solas, sin estridencias. Como que Barcelona sea pionera en la atención a los demandantes de protección internacional que tuvieron que abandonar su país por su orientación sexual.
PROGRAMA NAUSICA
A la vivienda que administra esta entidad, en la que se cuentan siete plazas por las que ya han pasado unas 40 personas, se suman ahora otros dos pisos con un total de ocho plazas. Los pone el Ayuntamiento de Barcelona de la mano del programa Nausica de apoyo a los refugiados, un plan que ya han vendido en Madrid y Europa pero que sigue sin poder desplegar del todo sus alas porque las competencias no son locales. Por ahora, porque ese es el deseo del gobierno de Ada Colau, que la semana pasada solicitó ante la Unión Europea, una vez más, que los municipios tengan acceso a los fondos comunitarios destinados a la atención a asilados.
Estas ocho plazas municipales forman parte del paquete de 34 que el consistorio acaba de poner a disposición de los refugiados que abandonan el programa estatal de asilados. Sumadas a las 47 ya existentes, la ciudad ya cuenta con 81 camas para demandantes de protección que han quedado fuera del paraguas del Gobierno tras agotar los plazos de protección previstos, de hasta dos años si se consiguen todas las prórrogas. Si todo va bien, Barcelona terminará el 2017 con 100 plazas. Para todo ello, de momento, se han destinado 1,13 millones de euros, por encima del millón que el Govern prevé para su propio programa de atención a asilados.
En estos pisos municipales, los usuarios tendrán todos los gastos pagados durante un plazo máximo de 12 meses, en los que se realizará una doble tarea de integración social y laboral para conseguir el objetivo último del plan: que se conviertan en ciudadanos autónomos. En cuanto al mercado de trabajo, Araneda no es muy optimista respecto a las opciones del colectivo gay. “Si a un transexual de aquí ya le resulta muy complicado encontrar un empleo, imagínate cómo lo tendrá uno que viene de fuera”. Extranjero y, como sucede en muchos casos, macerado en el trauma. Como el chico georgiano que tuvo que huir porque su propia familia quería matarlo tras conocer su homosexualidad de boca de una expareja despechada. A ese hombre, por cierto, el Estado español le denegó la condición de refugiado. Esa es otra de las cosas que las entidades aborrecen: el criterio bajo el cual se toma la decisión de quién cumple y quién no pasa el corte.
ESTADO CULPABLE
Barcelona se ha inspirado en Berlín en cuanto a la integración de los refugiados LGTBI. Explica Araneda que en Alemania existe un albergue con 200 plazas para este colectivo, y que en aquel país, algunos asilados agredieron a personas en su misma situación pero por razones de orientación sexual. Aquí, dice el presidente de Acathi, se han producido incidentes aislados. Nada grave.
El teniente de alcalde Jaume Asens ha sido el encargado este lunes de desgranar la hoja de ruta municipal, acompañado por el responsable de Inmigración, Ramon Sanahuja. El concejal ha incidido en el hilo argumental del consistorio: “Denunciamos la gestión opaca de los fondos europeos. El Estado recibirá hasta el 2020 unos 220 millones de euros para la acogida de refugiados y los destinará básicamente a la política de retorno y al control de fronteras”.
Sobre el discurso de Jordi Évole en el concierto del pasado sábado a favor de los asilados, Asens ha asegurado que es el Gobierno central quien debería “sentirse interpelado” por las palabras del periodista, que afeó, a su manera, la inacción de la Administración. “Es el Estado quien está fallando en esta crisis”. Sanahuja ha detallado que Nausica es un “recurso puente entre el programa estatal y la autonomía”.
A todo esto, el Servicio de Atención a Inmigrantes, Emigrantes y Refugiados (SAIER), dependiente del consistorio, ha incrementado este enero su actividad un 85% respecto al mismo mes del 2016. El crecimiento ha sido sostenido en estos últimos años. Según Sanahuja, entre otras cosas, “porque el mundo está peor que antes”.
El asunto de los refugiados bascula entre lo político, lo social y lo mediático. Político porque las Administraciones -municipal, autonómica, estatal y comunitaria- gestionan la crisis más a la greña entre ellas que con entendimiento. Social porque la hemorragia no se cierra y la asistencia a los asilados sigue siendo tan necesaria como urgente. Y mediático porque es una materia que preocupa, que compromete y que genera encendidas declaraciones. En medio del alboroto se producen noticias que hablan por sí solas, sin estridencias. Como que Barcelona sea pionera en la atención a los demandantes de protección internacional que tuvieron que abandonar su país por su orientación sexual.
PROGRAMA NAUSICA
A la vivienda que administra esta entidad, en la que se cuentan siete plazas por las que ya han pasado unas 40 personas, se suman ahora otros dos pisos con un total de ocho plazas. Los pone el Ayuntamiento de Barcelona de la mano del programa Nausica de apoyo a los refugiados, un plan que ya han vendido en Madrid y Europa pero que sigue sin poder desplegar del todo sus alas porque las competencias no son locales. Por ahora, porque ese es el deseo del gobierno de Ada Colau, que la semana pasada solicitó ante la Unión Europea, una vez más, que los municipios tengan acceso a los fondos comunitarios destinados a la atención a asilados.
Estas ocho plazas municipales forman parte del paquete de 34 que el consistorio acaba de poner a disposición de los refugiados que abandonan el programa estatal de asilados. Sumadas a las 47 ya existentes, la ciudad ya cuenta con 81 camas para demandantes de protección que han quedado fuera del paraguas del Gobierno tras agotar los plazos de protección previstos, de hasta dos años si se consiguen todas las prórrogas. Si todo va bien, Barcelona terminará el 2017 con 100 plazas. Para todo ello, de momento, se han destinado 1,13 millones de euros, por encima del millón que el Govern prevé para su propio programa de atención a asilados.
En estos pisos municipales, los usuarios tendrán todos los gastos pagados durante un plazo máximo de 12 meses, en los que se realizará una doble tarea de integración social y laboral para conseguir el objetivo último del plan: que se conviertan en ciudadanos autónomos. En cuanto al mercado de trabajo, Araneda no es muy optimista respecto a las opciones del colectivo gay. “Si a un transexual de aquí ya le resulta muy complicado encontrar un empleo, imagínate cómo lo tendrá uno que viene de fuera”. Extranjero y, como sucede en muchos casos, macerado en el trauma. Como el chico georgiano que tuvo que huir porque su propia familia quería matarlo tras conocer su homosexualidad de boca de una expareja despechada. A ese hombre, por cierto, el Estado español le denegó la condición de refugiado. Esa es otra de las cosas que las entidades aborrecen: el criterio bajo el cual se toma la decisión de quién cumple y quién no pasa el corte.
ESTADO CULPABLE
Barcelona se ha inspirado en Berlín en cuanto a la integración de los refugiados LGTBI. Explica Araneda que en Alemania existe un albergue con 200 plazas para este colectivo, y que en aquel país, algunos asilados agredieron a personas en su misma situación pero por razones de orientación sexual. Aquí, dice el presidente de Acathi, se han producido incidentes aislados. Nada grave.
El teniente de alcalde Jaume Asens ha sido el encargado este lunes de desgranar la hoja de ruta municipal, acompañado por el responsable de Inmigración, Ramon Sanahuja. El concejal ha incidido en el hilo argumental del consistorio: “Denunciamos la gestión opaca de los fondos europeos. El Estado recibirá hasta el 2020 unos 220 millones de euros para la acogida de refugiados y los destinará básicamente a la política de retorno y al control de fronteras”.
Sobre el discurso de Jordi Évole en el concierto del pasado sábado a favor de los asilados, Asens ha asegurado que es el Gobierno central quien debería “sentirse interpelado” por las palabras del periodista, que afeó, a su manera, la inacción de la Administración. “Es el Estado quien está fallando en esta crisis”. Sanahuja ha detallado que Nausica es un “recurso puente entre el programa estatal y la autonomía”.
A todo esto, el Servicio de Atención a Inmigrantes, Emigrantes y Refugiados (SAIER), dependiente del consistorio, ha incrementado este enero su actividad un 85% respecto al mismo mes del 2016. El crecimiento ha sido sostenido en estos últimos años. Según Sanahuja, entre otras cosas, “porque el mundo está peor que antes”.
Podria semblar una distopia, però la persecució, l’empresonament o fins i tot les condemnes a penes de mort de les persones LGTBI són una realitat a molts països del món. Concretament, segons les últimes dades de l’Associació Internacional de Lesbianes, Gais, Bisexuals, Trans i Intersexuals (ILGA), amb data de març del 2019, encara hi ha 70 països que prohibeixen les relacions homosexuals. A 13 països, aquestes relacions es castiguen amb la pena de mort. Silvia Rodríguez Gómez@socialpuntcat Podria semblar una distopia, però la persecució, l’empresonament o fins i tot les condemnes a penes de mort de les persones LGTBI són una realitat a molts països del món. Concretament, segons les últimes dades de l’Associació Internacional de Lesbianes, Gais, Bisexuals, Trans i Intersexuals (ILGA), amb data de març del 2019, encara hi ha 70 països que prohibeixen les relacions homosexuals. A 13 països, aquestes relacions es castiguen amb la pena de mort.
Però a banda, a molts altres països que no formen part d’aquesta llista “negra”, l’orientació sexual i la identitat de gènere estan durament penalitzades socialment i desemparades per l’Estat, i la persecució, la criminalització i l’estigmatització de les persones LGTBI és una constant en el seu dia a dia.
Justament per deixar enrere aquesta persecució i estigma, centenars de milers de persones LGTBI decideixen abandonar dels seus països, marxar per no fugir de si mateixos i, finalment, i en molts casos, deixar de viure en risc per estimar a qui la societat considera que no has d’estimar, o per ser el que realment et sents, encara que al néixer t’assignessin un altre sexe.
Moltes d’aquestes persones trien Catalunya, i concretament Barcelona, per refer la seva vida lluny de la por constant i el rebuig social que patien. Molts saben que la persecució que han rebut els empara per demanar protecció internacional a l’Estat espanyol. D’altres no, però al contactar amb persones que han passat per situacions semblants i organitzacions d’ajuda a les persones refugiades s’assabenten que poden sol·licitar asil per haver patit discriminació severa, agressions i persecució per la seva orientació sexual i de gènere. Una sol·licitud que no sempre acaba en una bona notícia.
L’Estat espanyol té pendents de resolució més de 100.000 sol·licituds de dret d’asil
Ara mateix, segons l’últim informe de CEAR que va fer públic fa només una setmana la Comissió Catalana d’Ajuda al Refugiat (CCAR), l’Estat espanyol té pendents de resolució més de 100.000 sol·licituds de dret d’asil. A Catalunya, en el que portem d’any, més de 6.000 persones han demanat l’estatus de refugiat, una xifra que batrà “records”, segons apunta l’entitat, ja que en tot el 2018 van ser 8.000 les sol·licituds presentades al territori català. Però l’Estat espanyol està duent a terme una política d’asil restrictiva, tal i com denuncia aquesta organització: només s’acaben acceptant una de cada quatre demandes d’asil.
No hi ha un registre específic que indiqui quantes d’aquestes persones que demanen refugi ho fan per la seva orientació sexual o identitat de gènere, però sí que en el moment de formalitzar la sol·licitud i sobretot en l’entrevista que Estrangeria fa als demandants d’asil i que determina si s’accepta la seva condició de refugiat, la persecució per motius d’orientació sexual es té en compte, encara que no és un salconduit directe cap a la protecció d’aquestes persones per part de l’Estat.
Aquest tràngol, el d’explicar davant persones desconegudes per què vas fugir del teu país, es viu amb un cert temor. Segons Rodrigo Araneda, president d’Acathi, una associació barcelonina que dona suport a persones migrades i refugiades LGTBI, molta gent que sol·licita asil “no té la seguretat de voler dir que és gai, lesbiana o transsexual”. “Tenen vergonya també d’explicar el que han patit, però és molt necessari que entenguin per què és important dir-ho, i que hagi algú que l’acompanyi en el procés”. De fet, aquesta és una de les prioritats per aquesta entitat, que a banda d’assessorar legal i tècnicament a persones LGTBI que sol·liciten asil, també les ofereixen espais de trobada i oci, on es sentin “acollits emocionalment”.
Araneda assegura que de vegades els serveis estatals que han de validar la condició de refugiat “tenen recels” pensant que les persones LGTBI poden “mentir o utilitzar la seva condició per aconseguir l’asil”. “Acompanyem a les persones per reestructurar la seva història i entendre com funciona el procés, però tot i així pot ser no funciona bé, i s’han de fer al·legacions. El Govern és molt restrictiu en l’aplicació del dret d’asil”, assevera. “Moltes persones es senten violentades, perquè a banda de l’entrevista, es van demorant molt les cites i tenen la sensació que estan a l’espera de quelcom que no saben si els funcionarà”.
En aquesta línia opina la Pili Rodríguez, advocada especialitzada en asil i refugi, qui assegura que les dificultats principals que es troben els professionals a nivell legal és l’entrevista amb Estrangeria. “Has de demostrar que la persona té aquesta orientació sexual, i si en el seu país d’origen ha tingut una vida pública o no, si ha estat activista, però és difícil provar-ho”, apunta. “Qui valora tot el cas només rep l’expedient per escrit a l’oficina d’asil i refugi i no coneix en persona al sol·licitant”, agrega. A més a més, diu Rodríguez, qui té competència per realitzar les entrevistes és l’oficina d’Estrangeria del Passeig Sant Joan, però donada la situació de saturació i col·lapse, aquesta prova s’està realitzant també a la Policia Nacional, i segons comenta l’advocada, hi ha “molta diferència quan l’entrevista la fa un funcionari especialista en asil i refugi, o policies que no estan formats”.
Rodrigo Araneda, president d’Acathi: “Destinem a les persones que necessiten protecció internacional situacions de molta vulnerabilitat”
A banda de la duresa del procés, el president d’Acathi també destaca que han d’atendre la vulnerabilitat social de moltes de les persones refugiades que atenen a l’entitat: situacions precàries econòmicament, manca d’habitatge, problemes per aconseguir treball… “Molts cops no sabem quina resposta donar, perquè qui té els recursos no dona resposta. Busquem solucions a través de xarxes internes, però és insuficient. Això també és maltractament. Destinem a les persones que necessiten protecció internacional situacions de molta vulnerabilitat, vivint al carrer o a cases ocupades”, lamenta.
Refer-se del passat
Mentre que l’administració decideix si protegeix o no a les persones LGTBI que han patit abusos i persecucions, una decisió que pot trigar entre tres i quatre anys, la seva vida comença a refer-se. Caminar pel carrer de la mà de la seva parella o besar-se sense rebre insults, mostrar-se tal com són i sentir pau amb sí mateixos són alguns dels aspectes que destaquen de la seva nova etapa a Barcelona, després d’anys d’amagar la seva condició sexual o de viure en risc permanent pel fet de manifestar-la. Així es sent l’Alexis, un noi gai de 21 anys del Perú, des de que va arribar al febrer a Barcelona. “Aquí em sento molt tranquil, no sento que estigui en risc, tinc molta pau interna i la tranquil·litat i la pau no tenen preu, puc caminar amb harmonia, sense rebre insults ni humiliacions”.
L’Alexis recorda la seva infantesa i adolescència com un malson. Per la seva orientació sexual, va sofrir assetjament escolar molt sever, l’atacaven i insultaven. “Va ser el pitjor que he viscut, només de recordar-ho em remou per dins”. Al seu país no hi han lleis que protegeixen a les persones LGTBI, i socialment, pateixen molta discriminació. L’Alexis va viure com a punt d’inflexió una agressió molt dura que van sofrir ell i un amic seu. Un dia, en una discoteca, van començar a parlar amb dos nois. Amb to amistós els van convidar a seguir la festa a un altre lloc. Van pujar a un cotxe, i van beure el que semblava un refresc. Però als pocs minuts van trobar-se indisposats i van adonar-se que els havien drogat. Sota els efectes de les substàncies químiques, van ser humiliats, agredits i robats.
Ell va aconseguir després d’hores baixar del cotxe i tornar com va poder a casa seva. El seu company va estar moltes hores desaparegut i quan va tornar al seu barri, venia sense roba, ni calçat, i ple d’esgarrapades i blaus. “Vaig anar a denunciar-ho i la Policia va refusar el meu testimoni, no van voler acceptar la meva denúncia, perquè només et fan cas si estàs ferit greu o apunyalat. A Perú no hi ha cap llei que ens empari ni ens doni suport”, diu. Llavors, el jove va entrar en una depressió i no volia sortir de casa. “Vaig anar a teràpia, prenia pastilles antidepressives. Em sentia molt malament, no volia fer res. Vaig pensar en acabar amb la meva vida”. Uns amics seus que vivien a Madrid el van animar a traslladar-se a Espanya i demanar protecció internacional per tot el que havia patit. A l’octubre farà l’entrevista, i espera poder refer la seva vida aquí, en pau.
L’Alexis recorda la seva infantessa i adolescència com un malson: per la seva orientació sexual, va sofrir assetjament escolar molt sever
Fa tres mesos també que va arribar a terres catalanes la Majandra, una advocada transsexual de l’Amazònia peruana. Des de jove va participar en diferents moviments en defensa dels drets LGTBI. Al seu país, va ser testimoni de la violència organitzada del grup Moviment Revolucionari Tupac Amaru (MRTA) contra les minories sexuals a la selva peruana. Segons el Moviment Homosexual de Lima, fins a 500 persones homosexuals i trans van morir a mans del MRTA i Sendero Luminoso. A Tarapoto, la ciutat de la Majandra, el MRTA va assassinar al 1989 a vuit transsexuals en un bar. Ella va ser testimoni d’aquesta violència sistemàtica contra el col·lectiu i va declarar contra els líders terroristes. Però ho va fer sense cap tipus de protecció per part de l’Estat, fet pel qual al poc temps van començar a amenaçar-la. Al febrer del 2019 va agafar un avió i va marxar. “Vaig haver de fugir, amagar-me. No vull estar al meu país, no vull morir”, admet amb cruesa la Majandra durant un simposi internacional de refugiats LGTBI, on va exposar el seu testimoni. En total, des de 2008 s’han reportat 2.343 assassinats de persones trans a 65 països del món: 1.834 Centreamèrica i Amèrica del Sud; 165 a Amèrica del Nord; 13 Àfrica; 117 a Europa; 208 a Àsia; 6 a Oceania.
El mapa de la persecució LGTBI és molt extens. A l’altra banda del món, al Kirguizistan, l’Artem Reshetnikov també reporta agressions i vulneració greu de drets. Ell ha estat vinculat a l’activisme LGTBI des de jove, i va treballar durant cinc anys en una organització en defensa del col·lectiu, on va centrar-se en la seguretat digital. La informació personal que passava per les seves mans i que ell havia de protegir era molta. “La policia i el meu govern ho sabien. I per a ells, aquesta informació és realment important perquè així poden controlar les persones amb xantatge i extorsió”. La situació va derivar en persecució i l’Artem i el seu company van ser agredits vàries vegades per policies. “Després de l’últim incident vaig decidir sortir del país. Jo i el meu marit vam tramitar un visat espanyol i vam arribar a Barcelona fa dos anys”.
Aquestes agressions, que estan totalment fora de la llei, perquè les relacions homosexuals es van despenalitzar al 1992 al seu país, s’estan multiplicant en aquests últims anys ja que com explica l’Artem, ara mateix al Kirguizistan s’està tramitant una llei que vol castigar el dret d’expressió de les persones LGTBI. “Es tracta d’una còpia de la llei russa que prohibeix qualsevol informació sobre l’homosexualitat a l’espai públic. Significa que totes les organitzacions o persones que defensen la comunitat LGTBI a l’espai públic seran il·legals, i els debats sobre la llei als mitjans de comunicació han provocat un augment de l’homofòbia i la violència contra la comunitat”, afirma l’home.
L’Artem, que espera resposta de la seva petició d’asil mentre acaba un màster en Intel·ligència Artificial a la UAB, recorda la “calma i seguretat” que va sentir en arribar a Barcelona. “Ja no he de controlar-me, puc besar al meu marit i tocar-lo, puc ser jo mateix. És una sensació increïble que és molt més forta que felicitat”.
Podria semblar una distopia, però la persecució, l’empresonament o fins i tot les condemnes a penes de mort de les persones LGTBI són una realitat a molts països del món. Concretament, segons les últimes dades de l’Associació Internacional de Lesbianes, Gais, Bisexuals, Trans i Intersexuals (ILGA), amb data de març del 2019, encara hi ha 70 països que prohibeixen les relacions homosexuals. A 13 països, aquestes relacions es castiguen amb la pena de mort. Silvia Rodríguez Gómez@socialpuntcat Podria semblar una distopia, però la persecució, l’empresonament o fins i tot les condemnes a penes de mort de les persones LGTBI són una realitat a molts països del món. Concretament, segons les últimes dades de l’Associació Internacional de Lesbianes, Gais, Bisexuals, Trans i Intersexuals (ILGA), amb data de març del 2019, encara hi ha 70 països que prohibeixen les relacions homosexuals. A 13 països, aquestes relacions es castiguen amb la pena de mort.
Però a banda, a molts altres països que no formen part d’aquesta llista “negra”, l’orientació sexual i la identitat de gènere estan durament penalitzades socialment i desemparades per l’Estat, i la persecució, la criminalització i l’estigmatització de les persones LGTBI és una constant en el seu dia a dia.
Justament per deixar enrere aquesta persecució i estigma, centenars de milers de persones LGTBI decideixen abandonar dels seus països, marxar per no fugir de si mateixos i, finalment, i en molts casos, deixar de viure en risc per estimar a qui la societat considera que no has d’estimar, o per ser el que realment et sents, encara que al néixer t’assignessin un altre sexe.
Moltes d’aquestes persones trien Catalunya, i concretament Barcelona, per refer la seva vida lluny de la por constant i el rebuig social que patien. Molts saben que la persecució que han rebut els empara per demanar protecció internacional a l’Estat espanyol. D’altres no, però al contactar amb persones que han passat per situacions semblants i organitzacions d’ajuda a les persones refugiades s’assabenten que poden sol·licitar asil per haver patit discriminació severa, agressions i persecució per la seva orientació sexual i de gènere. Una sol·licitud que no sempre acaba en una bona notícia.
L’Estat espanyol té pendents de resolució més de 100.000 sol·licituds de dret d’asil
Ara mateix, segons l’últim informe de CEAR que va fer públic fa només una setmana la Comissió Catalana d’Ajuda al Refugiat (CCAR), l’Estat espanyol té pendents de resolució més de 100.000 sol·licituds de dret d’asil. A Catalunya, en el que portem d’any, més de 6.000 persones han demanat l’estatus de refugiat, una xifra que batrà “records”, segons apunta l’entitat, ja que en tot el 2018 van ser 8.000 les sol·licituds presentades al territori català. Però l’Estat espanyol està duent a terme una política d’asil restrictiva, tal i com denuncia aquesta organització: només s’acaben acceptant una de cada quatre demandes d’asil.
No hi ha un registre específic que indiqui quantes d’aquestes persones que demanen refugi ho fan per la seva orientació sexual o identitat de gènere, però sí que en el moment de formalitzar la sol·licitud i sobretot en l’entrevista que Estrangeria fa als demandants d’asil i que determina si s’accepta la seva condició de refugiat, la persecució per motius d’orientació sexual es té en compte, encara que no és un salconduit directe cap a la protecció d’aquestes persones per part de l’Estat.
Aquest tràngol, el d’explicar davant persones desconegudes per què vas fugir del teu país, es viu amb un cert temor. Segons Rodrigo Araneda, president d’Acathi, una associació barcelonina que dona suport a persones migrades i refugiades LGTBI, molta gent que sol·licita asil “no té la seguretat de voler dir que és gai, lesbiana o transsexual”. “Tenen vergonya també d’explicar el que han patit, però és molt necessari que entenguin per què és important dir-ho, i que hagi algú que l’acompanyi en el procés”. De fet, aquesta és una de les prioritats per aquesta entitat, que a banda d’assessorar legal i tècnicament a persones LGTBI que sol·liciten asil, també les ofereixen espais de trobada i oci, on es sentin “acollits emocionalment”.
Araneda assegura que de vegades els serveis estatals que han de validar la condició de refugiat “tenen recels” pensant que les persones LGTBI poden “mentir o utilitzar la seva condició per aconseguir l’asil”. “Acompanyem a les persones per reestructurar la seva història i entendre com funciona el procés, però tot i així pot ser no funciona bé, i s’han de fer al·legacions. El Govern és molt restrictiu en l’aplicació del dret d’asil”, assevera. “Moltes persones es senten violentades, perquè a banda de l’entrevista, es van demorant molt les cites i tenen la sensació que estan a l’espera de quelcom que no saben si els funcionarà”.
En aquesta línia opina la Pili Rodríguez, advocada especialitzada en asil i refugi, qui assegura que les dificultats principals que es troben els professionals a nivell legal és l’entrevista amb Estrangeria. “Has de demostrar que la persona té aquesta orientació sexual, i si en el seu país d’origen ha tingut una vida pública o no, si ha estat activista, però és difícil provar-ho”, apunta. “Qui valora tot el cas només rep l’expedient per escrit a l’oficina d’asil i refugi i no coneix en persona al sol·licitant”, agrega. A més a més, diu Rodríguez, qui té competència per realitzar les entrevistes és l’oficina d’Estrangeria del Passeig Sant Joan, però donada la situació de saturació i col·lapse, aquesta prova s’està realitzant també a la Policia Nacional, i segons comenta l’advocada, hi ha “molta diferència quan l’entrevista la fa un funcionari especialista en asil i refugi, o policies que no estan formats”.
Rodrigo Araneda, president d’Acathi: “Destinem a les persones que necessiten protecció internacional situacions de molta vulnerabilitat”
A banda de la duresa del procés, el president d’Acathi també destaca que han d’atendre la vulnerabilitat social de moltes de les persones refugiades que atenen a l’entitat: situacions precàries econòmicament, manca d’habitatge, problemes per aconseguir treball… “Molts cops no sabem quina resposta donar, perquè qui té els recursos no dona resposta. Busquem solucions a través de xarxes internes, però és insuficient. Això també és maltractament. Destinem a les persones que necessiten protecció internacional situacions de molta vulnerabilitat, vivint al carrer o a cases ocupades”, lamenta.
Refer-se del passat
Mentre que l’administració decideix si protegeix o no a les persones LGTBI que han patit abusos i persecucions, una decisió que pot trigar entre tres i quatre anys, la seva vida comença a refer-se. Caminar pel carrer de la mà de la seva parella o besar-se sense rebre insults, mostrar-se tal com són i sentir pau amb sí mateixos són alguns dels aspectes que destaquen de la seva nova etapa a Barcelona, després d’anys d’amagar la seva condició sexual o de viure en risc permanent pel fet de manifestar-la. Així es sent l’Alexis, un noi gai de 21 anys del Perú, des de que va arribar al febrer a Barcelona. “Aquí em sento molt tranquil, no sento que estigui en risc, tinc molta pau interna i la tranquil·litat i la pau no tenen preu, puc caminar amb harmonia, sense rebre insults ni humiliacions”.
L’Alexis recorda la seva infantesa i adolescència com un malson. Per la seva orientació sexual, va sofrir assetjament escolar molt sever, l’atacaven i insultaven. “Va ser el pitjor que he viscut, només de recordar-ho em remou per dins”. Al seu país no hi han lleis que protegeixen a les persones LGTBI, i socialment, pateixen molta discriminació. L’Alexis va viure com a punt d’inflexió una agressió molt dura que van sofrir ell i un amic seu. Un dia, en una discoteca, van començar a parlar amb dos nois. Amb to amistós els van convidar a seguir la festa a un altre lloc. Van pujar a un cotxe, i van beure el que semblava un refresc. Però als pocs minuts van trobar-se indisposats i van adonar-se que els havien drogat. Sota els efectes de les substàncies químiques, van ser humiliats, agredits i robats.
Ell va aconseguir després d’hores baixar del cotxe i tornar com va poder a casa seva. El seu company va estar moltes hores desaparegut i quan va tornar al seu barri, venia sense roba, ni calçat, i ple d’esgarrapades i blaus. “Vaig anar a denunciar-ho i la Policia va refusar el meu testimoni, no van voler acceptar la meva denúncia, perquè només et fan cas si estàs ferit greu o apunyalat. A Perú no hi ha cap llei que ens empari ni ens doni suport”, diu. Llavors, el jove va entrar en una depressió i no volia sortir de casa. “Vaig anar a teràpia, prenia pastilles antidepressives. Em sentia molt malament, no volia fer res. Vaig pensar en acabar amb la meva vida”. Uns amics seus que vivien a Madrid el van animar a traslladar-se a Espanya i demanar protecció internacional per tot el que havia patit. A l’octubre farà l’entrevista, i espera poder refer la seva vida aquí, en pau.
L’Alexis recorda la seva infantessa i adolescència com un malson: per la seva orientació sexual, va sofrir assetjament escolar molt sever
Fa tres mesos també que va arribar a terres catalanes la Majandra, una advocada transsexual de l’Amazònia peruana. Des de jove va participar en diferents moviments en defensa dels drets LGTBI. Al seu país, va ser testimoni de la violència organitzada del grup Moviment Revolucionari Tupac Amaru (MRTA) contra les minories sexuals a la selva peruana. Segons el Moviment Homosexual de Lima, fins a 500 persones homosexuals i trans van morir a mans del MRTA i Sendero Luminoso. A Tarapoto, la ciutat de la Majandra, el MRTA va assassinar al 1989 a vuit transsexuals en un bar. Ella va ser testimoni d’aquesta violència sistemàtica contra el col·lectiu i va declarar contra els líders terroristes. Però ho va fer sense cap tipus de protecció per part de l’Estat, fet pel qual al poc temps van començar a amenaçar-la. Al febrer del 2019 va agafar un avió i va marxar. “Vaig haver de fugir, amagar-me. No vull estar al meu país, no vull morir”, admet amb cruesa la Majandra durant un simposi internacional de refugiats LGTBI, on va exposar el seu testimoni. En total, des de 2008 s’han reportat 2.343 assassinats de persones trans a 65 països del món: 1.834 Centreamèrica i Amèrica del Sud; 165 a Amèrica del Nord; 13 Àfrica; 117 a Europa; 208 a Àsia; 6 a Oceania.
El mapa de la persecució LGTBI és molt extens. A l’altra banda del món, al Kirguizistan, l’Artem Reshetnikov també reporta agressions i vulneració greu de drets. Ell ha estat vinculat a l’activisme LGTBI des de jove, i va treballar durant cinc anys en una organització en defensa del col·lectiu, on va centrar-se en la seguretat digital. La informació personal que passava per les seves mans i que ell havia de protegir era molta. “La policia i el meu govern ho sabien. I per a ells, aquesta informació és realment important perquè així poden controlar les persones amb xantatge i extorsió”. La situació va derivar en persecució i l’Artem i el seu company van ser agredits vàries vegades per policies. “Després de l’últim incident vaig decidir sortir del país. Jo i el meu marit vam tramitar un visat espanyol i vam arribar a Barcelona fa dos anys”.
Aquestes agressions, que estan totalment fora de la llei, perquè les relacions homosexuals es van despenalitzar al 1992 al seu país, s’estan multiplicant en aquests últims anys ja que com explica l’Artem, ara mateix al Kirguizistan s’està tramitant una llei que vol castigar el dret d’expressió de les persones LGTBI. “Es tracta d’una còpia de la llei russa que prohibeix qualsevol informació sobre l’homosexualitat a l’espai públic. Significa que totes les organitzacions o persones que defensen la comunitat LGTBI a l’espai públic seran il·legals, i els debats sobre la llei als mitjans de comunicació han provocat un augment de l’homofòbia i la violència contra la comunitat”, afirma l’home.
L’Artem, que espera resposta de la seva petició d’asil mentre acaba un màster en Intel·ligència Artificial a la UAB, recorda la “calma i seguretat” que va sentir en arribar a Barcelona. “Ja no he de controlar-me, puc besar al meu marit i tocar-lo, puc ser jo mateix. És una sensació increïble que és molt més forta que felicitat”.
Podria semblar una distopia, però la persecució, l’empresonament o fins i tot les condemnes a penes de mort de les persones LGTBI són una realitat a molts països del món. Concretament, segons les últimes dades de l’Associació Internacional de Lesbianes, Gais, Bisexuals, Trans i Intersexuals (ILGA), amb data de març del 2019, encara hi ha 70 països que prohibeixen les relacions homosexuals. A 13 països, aquestes relacions es castiguen amb la pena de mort. Silvia Rodríguez Gómez@socialpuntcat Podria semblar una distopia, però la persecució, l’empresonament o fins i tot les condemnes a penes de mort de les persones LGTBI són una realitat a molts països del món. Concretament, segons les últimes dades de l’Associació Internacional de Lesbianes, Gais, Bisexuals, Trans i Intersexuals (ILGA), amb data de març del 2019, encara hi ha 70 països que prohibeixen les relacions homosexuals. A 13 països, aquestes relacions es castiguen amb la pena de mort.
Però a banda, a molts altres països que no formen part d’aquesta llista “negra”, l’orientació sexual i la identitat de gènere estan durament penalitzades socialment i desemparades per l’Estat, i la persecució, la criminalització i l’estigmatització de les persones LGTBI és una constant en el seu dia a dia.
Justament per deixar enrere aquesta persecució i estigma, centenars de milers de persones LGTBI decideixen abandonar dels seus països, marxar per no fugir de si mateixos i, finalment, i en molts casos, deixar de viure en risc per estimar a qui la societat considera que no has d’estimar, o per ser el que realment et sents, encara que al néixer t’assignessin un altre sexe.
Moltes d’aquestes persones trien Catalunya, i concretament Barcelona, per refer la seva vida lluny de la por constant i el rebuig social que patien. Molts saben que la persecució que han rebut els empara per demanar protecció internacional a l’Estat espanyol. D’altres no, però al contactar amb persones que han passat per situacions semblants i organitzacions d’ajuda a les persones refugiades s’assabenten que poden sol·licitar asil per haver patit discriminació severa, agressions i persecució per la seva orientació sexual i de gènere. Una sol·licitud que no sempre acaba en una bona notícia.
L’Estat espanyol té pendents de resolució més de 100.000 sol·licituds de dret d’asil
Ara mateix, segons l’últim informe de CEAR que va fer públic fa només una setmana la Comissió Catalana d’Ajuda al Refugiat (CCAR), l’Estat espanyol té pendents de resolució més de 100.000 sol·licituds de dret d’asil. A Catalunya, en el que portem d’any, més de 6.000 persones han demanat l’estatus de refugiat, una xifra que batrà “records”, segons apunta l’entitat, ja que en tot el 2018 van ser 8.000 les sol·licituds presentades al territori català. Però l’Estat espanyol està duent a terme una política d’asil restrictiva, tal i com denuncia aquesta organització: només s’acaben acceptant una de cada quatre demandes d’asil.
No hi ha un registre específic que indiqui quantes d’aquestes persones que demanen refugi ho fan per la seva orientació sexual o identitat de gènere, però sí que en el moment de formalitzar la sol·licitud i sobretot en l’entrevista que Estrangeria fa als demandants d’asil i que determina si s’accepta la seva condició de refugiat, la persecució per motius d’orientació sexual es té en compte, encara que no és un salconduit directe cap a la protecció d’aquestes persones per part de l’Estat.
Aquest tràngol, el d’explicar davant persones desconegudes per què vas fugir del teu país, es viu amb un cert temor. Segons Rodrigo Araneda, president d’Acathi, una associació barcelonina que dona suport a persones migrades i refugiades LGTBI, molta gent que sol·licita asil “no té la seguretat de voler dir que és gai, lesbiana o transsexual”. “Tenen vergonya també d’explicar el que han patit, però és molt necessari que entenguin per què és important dir-ho, i que hagi algú que l’acompanyi en el procés”. De fet, aquesta és una de les prioritats per aquesta entitat, que a banda d’assessorar legal i tècnicament a persones LGTBI que sol·liciten asil, també les ofereixen espais de trobada i oci, on es sentin “acollits emocionalment”.
Araneda assegura que de vegades els serveis estatals que han de validar la condició de refugiat “tenen recels” pensant que les persones LGTBI poden “mentir o utilitzar la seva condició per aconseguir l’asil”. “Acompanyem a les persones per reestructurar la seva història i entendre com funciona el procés, però tot i així pot ser no funciona bé, i s’han de fer al·legacions. El Govern és molt restrictiu en l’aplicació del dret d’asil”, assevera. “Moltes persones es senten violentades, perquè a banda de l’entrevista, es van demorant molt les cites i tenen la sensació que estan a l’espera de quelcom que no saben si els funcionarà”.
En aquesta línia opina la Pili Rodríguez, advocada especialitzada en asil i refugi, qui assegura que les dificultats principals que es troben els professionals a nivell legal és l’entrevista amb Estrangeria. “Has de demostrar que la persona té aquesta orientació sexual, i si en el seu país d’origen ha tingut una vida pública o no, si ha estat activista, però és difícil provar-ho”, apunta. “Qui valora tot el cas només rep l’expedient per escrit a l’oficina d’asil i refugi i no coneix en persona al sol·licitant”, agrega. A més a més, diu Rodríguez, qui té competència per realitzar les entrevistes és l’oficina d’Estrangeria del Passeig Sant Joan, però donada la situació de saturació i col·lapse, aquesta prova s’està realitzant també a la Policia Nacional, i segons comenta l’advocada, hi ha “molta diferència quan l’entrevista la fa un funcionari especialista en asil i refugi, o policies que no estan formats”.
Rodrigo Araneda, president d’Acathi: “Destinem a les persones que necessiten protecció internacional situacions de molta vulnerabilitat”
A banda de la duresa del procés, el president d’Acathi també destaca que han d’atendre la vulnerabilitat social de moltes de les persones refugiades que atenen a l’entitat: situacions precàries econòmicament, manca d’habitatge, problemes per aconseguir treball… “Molts cops no sabem quina resposta donar, perquè qui té els recursos no dona resposta. Busquem solucions a través de xarxes internes, però és insuficient. Això també és maltractament. Destinem a les persones que necessiten protecció internacional situacions de molta vulnerabilitat, vivint al carrer o a cases ocupades”, lamenta.
Refer-se del passat
Mentre que l’administració decideix si protegeix o no a les persones LGTBI que han patit abusos i persecucions, una decisió que pot trigar entre tres i quatre anys, la seva vida comença a refer-se. Caminar pel carrer de la mà de la seva parella o besar-se sense rebre insults, mostrar-se tal com són i sentir pau amb sí mateixos són alguns dels aspectes que destaquen de la seva nova etapa a Barcelona, després d’anys d’amagar la seva condició sexual o de viure en risc permanent pel fet de manifestar-la. Així es sent l’Alexis, un noi gai de 21 anys del Perú, des de que va arribar al febrer a Barcelona. “Aquí em sento molt tranquil, no sento que estigui en risc, tinc molta pau interna i la tranquil·litat i la pau no tenen preu, puc caminar amb harmonia, sense rebre insults ni humiliacions”.
L’Alexis recorda la seva infantesa i adolescència com un malson. Per la seva orientació sexual, va sofrir assetjament escolar molt sever, l’atacaven i insultaven. “Va ser el pitjor que he viscut, només de recordar-ho em remou per dins”. Al seu país no hi han lleis que protegeixen a les persones LGTBI, i socialment, pateixen molta discriminació. L’Alexis va viure com a punt d’inflexió una agressió molt dura que van sofrir ell i un amic seu. Un dia, en una discoteca, van començar a parlar amb dos nois. Amb to amistós els van convidar a seguir la festa a un altre lloc. Van pujar a un cotxe, i van beure el que semblava un refresc. Però als pocs minuts van trobar-se indisposats i van adonar-se que els havien drogat. Sota els efectes de les substàncies químiques, van ser humiliats, agredits i robats.
Ell va aconseguir després d’hores baixar del cotxe i tornar com va poder a casa seva. El seu company va estar moltes hores desaparegut i quan va tornar al seu barri, venia sense roba, ni calçat, i ple d’esgarrapades i blaus. “Vaig anar a denunciar-ho i la Policia va refusar el meu testimoni, no van voler acceptar la meva denúncia, perquè només et fan cas si estàs ferit greu o apunyalat. A Perú no hi ha cap llei que ens empari ni ens doni suport”, diu. Llavors, el jove va entrar en una depressió i no volia sortir de casa. “Vaig anar a teràpia, prenia pastilles antidepressives. Em sentia molt malament, no volia fer res. Vaig pensar en acabar amb la meva vida”. Uns amics seus que vivien a Madrid el van animar a traslladar-se a Espanya i demanar protecció internacional per tot el que havia patit. A l’octubre farà l’entrevista, i espera poder refer la seva vida aquí, en pau.
L’Alexis recorda la seva infantessa i adolescència com un malson: per la seva orientació sexual, va sofrir assetjament escolar molt sever
Fa tres mesos també que va arribar a terres catalanes la Majandra, una advocada transsexual de l’Amazònia peruana. Des de jove va participar en diferents moviments en defensa dels drets LGTBI. Al seu país, va ser testimoni de la violència organitzada del grup Moviment Revolucionari Tupac Amaru (MRTA) contra les minories sexuals a la selva peruana. Segons el Moviment Homosexual de Lima, fins a 500 persones homosexuals i trans van morir a mans del MRTA i Sendero Luminoso. A Tarapoto, la ciutat de la Majandra, el MRTA va assassinar al 1989 a vuit transsexuals en un bar. Ella va ser testimoni d’aquesta violència sistemàtica contra el col·lectiu i va declarar contra els líders terroristes. Però ho va fer sense cap tipus de protecció per part de l’Estat, fet pel qual al poc temps van començar a amenaçar-la. Al febrer del 2019 va agafar un avió i va marxar. “Vaig haver de fugir, amagar-me. No vull estar al meu país, no vull morir”, admet amb cruesa la Majandra durant un simposi internacional de refugiats LGTBI, on va exposar el seu testimoni. En total, des de 2008 s’han reportat 2.343 assassinats de persones trans a 65 països del món: 1.834 Centreamèrica i Amèrica del Sud; 165 a Amèrica del Nord; 13 Àfrica; 117 a Europa; 208 a Àsia; 6 a Oceania.
El mapa de la persecució LGTBI és molt extens. A l’altra banda del món, al Kirguizistan, l’Artem Reshetnikov també reporta agressions i vulneració greu de drets. Ell ha estat vinculat a l’activisme LGTBI des de jove, i va treballar durant cinc anys en una organització en defensa del col·lectiu, on va centrar-se en la seguretat digital. La informació personal que passava per les seves mans i que ell havia de protegir era molta. “La policia i el meu govern ho sabien. I per a ells, aquesta informació és realment important perquè així poden controlar les persones amb xantatge i extorsió”. La situació va derivar en persecució i l’Artem i el seu company van ser agredits vàries vegades per policies. “Després de l’últim incident vaig decidir sortir del país. Jo i el meu marit vam tramitar un visat espanyol i vam arribar a Barcelona fa dos anys”.
Aquestes agressions, que estan totalment fora de la llei, perquè les relacions homosexuals es van despenalitzar al 1992 al seu país, s’estan multiplicant en aquests últims anys ja que com explica l’Artem, ara mateix al Kirguizistan s’està tramitant una llei que vol castigar el dret d’expressió de les persones LGTBI. “Es tracta d’una còpia de la llei russa que prohibeix qualsevol informació sobre l’homosexualitat a l’espai públic. Significa que totes les organitzacions o persones que defensen la comunitat LGTBI a l’espai públic seran il·legals, i els debats sobre la llei als mitjans de comunicació han provocat un augment de l’homofòbia i la violència contra la comunitat”, afirma l’home.
L’Artem, que espera resposta de la seva petició d’asil mentre acaba un màster en Intel·ligència Artificial a la UAB, recorda la “calma i seguretat” que va sentir en arribar a Barcelona. “Ja no he de controlar-me, puc besar al meu marit i tocar-lo, puc ser jo mateix. És una sensació increïble que és molt més forta que felicitat”.
A Quatre Camins em tenien mimada, però estava aïllada. Estic millor amb dones”, diu la Paula
La Paula, de 19 anys, i la Caleny, de 25 anys, són dues de les tres dones que han estrenat la instrucció 1/2019 per garantir els drets de les persones transgèneres i intersexuals en els centres penitenciaris catalans, pioners a l’Estat espanyol. El principal canvi és que una persona podrà demanar estar en un penal d’homes o de dones, en funció del gènere sentit, sense necessitat de cap informe mèdic ni operació. En la tramitació del canvi de centre, les persones condemnades per delictes de violència de gènere i agressions sexuals poden ser descartades. Ara, hi ha catorze persones que s’han identificat transsexuals als penals catalans, totes dones, i així són tractades.
Fa deu anys que el Departament de Justícia va regular amb una instrucció l’atenció a les persones transsexuals, amb espais per respectar la seva intimitat, tot i que la limitació de la llei estatal obligava fins ara a separar les persones en penals de dones o d’homes en funció del que posa el seu DNI. Amb la llei 11/2014, aprovada pel Parlament, que erradica la disfòria de gènere i els informes mèdics perquè l’administració admeti el gènere sentit, les presons catalanes han fet un esforç per adaptar-se a la realitat social i garantir aquest dret a les persones privades de llibertat. Un pas destacat va ser el canvi de nom a la targeta sanitària, impulsat pe la plataforma Transforma la Salut amb l’exconseller Comín. La presó Brians 2 és un model per al col·lectiu LGTBI, que fins i tot té un referent de gènere per ajudar-los, i per normalitzar la seva situació ha treballat de costat amb l’Associació Catalana per a la Integració d’Homosexuals, Bisexuals i Transsexuals Immigrants (Acathi), que des del 2016 va començar a visitar el penal, ara ampliat a més centres, per acompanyar-los dins i fora del centre.
“Era a la presó de joves de Quatre Camins, amb el meu xicot, i entre tots em tenien mimada, però estava aïllada i vigilada; amb dones estic millor”, explica la Paula, que va demanar el trasllat a una presó de dones, i ara és al penal de Wad-Ras, a Barcelona. La Paula relata que amb 14 anys va veure que li agradaven els homes. “Pensava que era homosexual, però alhora m’agradava pintar-me i vestir-me de dona. I un dia, m’hi vaig vestir i vaig dir a ma mare: «Soc així.» I la setmana següent vam anar juntes a comprar-me roba i un tractament.” També explica amb naturalitat que va estar un temps tutelada per la DGAIA perquè “la meva família no podia amb mi”, després en un centre de justícia juvenil, i ara en una presó d’adults.
Caleny, més tímida, és nascuda al Perú, on té tota la família, que assegura que estan més tranquils que estigui en una presó de dones que no a Brians 1, on només hi ha homes. “Emocionalment estàs més tranquil·la”, confessa. Paula i Caleny mantenen uns horaris als banys per preservar la seva intimitat, com als penals d’homes (a la presó Brians 2, les dutxes són a les cel·les). Els consellers de Justícia i Afers Socials, Ester Capella i Chakir el Homrani, van visitar ahir les dues internes a Wad-Ras amb el convenciment que “la nova instrucció defensa drets fonamentals”.
A Quatre Camins em tenien mimada, però estava aïllada. Estic millor amb dones”, diu la Paula
La Paula, de 19 anys, i la Caleny, de 25 anys, són dues de les tres dones que han estrenat la instrucció 1/2019 per garantir els drets de les persones transgèneres i intersexuals en els centres penitenciaris catalans, pioners a l’Estat espanyol. El principal canvi és que una persona podrà demanar estar en un penal d’homes o de dones, en funció del gènere sentit, sense necessitat de cap informe mèdic ni operació. En la tramitació del canvi de centre, les persones condemnades per delictes de violència de gènere i agressions sexuals poden ser descartades. Ara, hi ha catorze persones que s’han identificat transsexuals als penals catalans, totes dones, i així són tractades.
Fa deu anys que el Departament de Justícia va regular amb una instrucció l’atenció a les persones transsexuals, amb espais per respectar la seva intimitat, tot i que la limitació de la llei estatal obligava fins ara a separar les persones en penals de dones o d’homes en funció del que posa el seu DNI. Amb la llei 11/2014, aprovada pel Parlament, que erradica la disfòria de gènere i els informes mèdics perquè l’administració admeti el gènere sentit, les presons catalanes han fet un esforç per adaptar-se a la realitat social i garantir aquest dret a les persones privades de llibertat. Un pas destacat va ser el canvi de nom a la targeta sanitària, impulsat pe la plataforma Transforma la Salut amb l’exconseller Comín. La presó Brians 2 és un model per al col·lectiu LGTBI, que fins i tot té un referent de gènere per ajudar-los, i per normalitzar la seva situació ha treballat de costat amb l’Associació Catalana per a la Integració d’Homosexuals, Bisexuals i Transsexuals Immigrants (Acathi), que des del 2016 va començar a visitar el penal, ara ampliat a més centres, per acompanyar-los dins i fora del centre.
“Era a la presó de joves de Quatre Camins, amb el meu xicot, i entre tots em tenien mimada, però estava aïllada i vigilada; amb dones estic millor”, explica la Paula, que va demanar el trasllat a una presó de dones, i ara és al penal de Wad-Ras, a Barcelona. La Paula relata que amb 14 anys va veure que li agradaven els homes. “Pensava que era homosexual, però alhora m’agradava pintar-me i vestir-me de dona. I un dia, m’hi vaig vestir i vaig dir a ma mare: «Soc així.» I la setmana següent vam anar juntes a comprar-me roba i un tractament.” També explica amb naturalitat que va estar un temps tutelada per la DGAIA perquè “la meva família no podia amb mi”, després en un centre de justícia juvenil, i ara en una presó d’adults.
Caleny, més tímida, és nascuda al Perú, on té tota la família, que assegura que estan més tranquils que estigui en una presó de dones que no a Brians 1, on només hi ha homes. “Emocionalment estàs més tranquil·la”, confessa. Paula i Caleny mantenen uns horaris als banys per preservar la seva intimitat, com als penals d’homes (a la presó Brians 2, les dutxes són a les cel·les). Els consellers de Justícia i Afers Socials, Ester Capella i Chakir el Homrani, van visitar ahir les dues internes a Wad-Ras amb el convenciment que “la nova instrucció defensa drets fonamentals”.
BTV ens mostra la classe setmanal de català a la seu d’Acathi, on el professor, Xavier, ajuda una parella gai vinguda de Nicaragua a aprendre la llengua a fi d’integrar-se millor.
La periodista de BTV Laura Sangrà entrevista el director d’Acathi, Rodrigo Araneda, i la Silvana, una noia transsexual vinguda de El Salvador.
“La llengua és una manera d’integrar-se bé”
BTV ens mostra la classe setmanal de català a la seu d’Acathi, on el professor, Xavier, ajuda una parella gai vinguda de Nicaragua a aprendre la llengua a fi d’integrar-se millor.
Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia. Asumiremos que estás de acuerdo con esto, pero puedes optar por no hacerlo si lo deseas. Ajustes de CookieACEPTAR
Privacidad y Política de Cookies
Resumen de privacidad
Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega por el sitio web. De estas cookies, las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las funcionalidades básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de darse de baja de estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría sólo incluye las cookies que garantizan las funcionalidades básicas y las características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
Las cookies funcionales ayudan a realizar determinadas funciones, como compartir el contenido del sitio web en plataformas de redes sociales, recopilar opiniones y otras funciones de terceros.
Cookie
Duración
Descripción
lang
1 month
LinkedIn sets this cookie to remember a user's language setting.
Performance cookies are used to understand and analyze the key performance indexes of the website which helps in delivering a better user experience for the visitors.
Analytical cookies are used to understand how visitors interact with the website. These cookies help provide information on metrics the number of visitors, bounce rate, traffic source, etc.
Cookie
Duración
Descripción
_ga
2 years
The _ga cookie, installed by Google Analytics, calculates visitor, session and campaign data and also keeps track of site usage for the site's analytics report. The cookie stores information anonymously and assigns a randomly generated number to recognize unique visitors.
_ga_TJYX2P2DMC
2 years
This cookie is installed by Google Analytics.
_gcl_au
3 months
Provided by Google Tag Manager to experiment advertisement efficiency of websites using their services.
CONSENT
2 years
YouTube sets this cookie via embedded youtube-videos and registers anonymous statistical data.
Advertisement cookies are used to provide visitors with relevant ads and marketing campaigns. These cookies track visitors across websites and collect information to provide customized ads.
Cookie
Duración
Descripción
IDE
1 year 24 days
Google DoubleClick IDE cookies are used to store information about how the user uses the website to present them with relevant ads and according to the user profile.
test_cookie
15 minutes
The test_cookie is set by doubleclick.net and is used to determine if the user's browser supports cookies.
VISITOR_INFO1_LIVE
5 months 27 days
A cookie set by YouTube to measure bandwidth that determines whether the user gets the new or old player interface.
YSC
session
YSC cookie is set by Youtube and is used to track the views of embedded videos on Youtube pages.
yt-remote-connected-devices
never
YouTube sets this cookie to store the video preferences of the user using embedded YouTube video.
yt-remote-device-id
never
YouTube sets this cookie to store the video preferences of the user using embedded YouTube video.
yt.innertube::nextId
never
This cookie, set by YouTube, registers a unique ID to store data on what videos from YouTube the user has seen.
yt.innertube::requests
never
This cookie, set by YouTube, registers a unique ID to store data on what videos from YouTube the user has seen.